Entrar en Brujhada es entrar en el jardín de las brujas y hadas… francesas. Si estás buscando un lugar diferente para cenar en Málaga, lejos de los platos típicos españoles, yéndote de viaje sin moverte de la silla, este restaurante es perfecto. Un viaje gastronómico por Francia a través de los deliciosos platos que forman el menú de La Brujhada.
El ambiente es íntimo, los dueños encantadores y todos los platos son una delicia. Pequeño pero acogedor, es perfecto para cenas románticas mientras se disfruta del precioso centro histórico de Málaga.
Pasar una noche tranquila en una calle mágica de Málaga, rodeado de flores y palmeras, separado del tráfico de viandantes y de otras terrazas es un extraño lujo.
Probablemente serás atendido por uno de sus dueños, Patrice. Se le ve encantado de atender a sus clientes. Muy amablemente, en ocasiones, se sienta a la mesa, y explica, además de su carta, el concepto de su restaurante y la historia de lo que le rodea.
La comida es exquisita, todas las combinaciones de sabores son perfectas. La carta no es excesivamente extensa y cambia cada mes. Cada plato está ahí por pleno derecho, seleccionado cuidadosamente para cumplir una función gastronómica. La originalidad y la gran calidad, el frescor y el sabor son señas de identidad dentro de la innovadora cocina que este restaurante ofrece.