Hay restaurantes que están pensados para que tengas que volver. La dedicación, el amor por las cosas bien hechas, el arte puesto en cada plato, en cada sabor, en cada aroma… Así es La Langosta.
Este bello restaurante está pensado para que, aquel que se decida a cruzar sus puertas, pase un rato maravilloso basado en un trato excelente y una comida inmejorable.
Decorado al más puro estilo marinero sureño español, el restaurante es un lugar tranquilo y único en el que disfrutar de toda una experiencia culinaria mediterránea. El ambiente siempre es agradable y tranquilo, sin prisas, sin alborotos, elegante de un modo humilde y sencillo. El hecho de estar casi literalmente en la arena de la playa aporta un alegre espíritu veraniego a La Langosta y la acompaña de una agradable sombra iluminada y fresca.
Frente a la playa, en el paseo marítimo del barrio típico de pescadores La Carihuela y ofreciendo unas vistas fantásticas, este popular restaurante ofrece una impecable selección de los pescados y mariscos más frescos, además de una gran variedad en pastas, carnes, cordero… y una gran selección de vinos excelentes.
Creado en el año 1979 se ha establecido como una estrella gastronómica en el encantador barrio.
Cocina de alto rango, exquisita, dónde los sabores de toda la vida evolucionan y se modernizan con un gran respeto por la tradición. Su éxito, según ellos mismos dicen reside en dos factores fundamentales:
Productos de alta calidad, siempre frescos y de temporada y un amor por todo lo que se cuece.
No estaría de más añadir talento y honestidad culinaria a esas bases.
Las recetas y platos típicos de la cocina mediterránea son reconocidos hoy en día en todo el mundo como ejemplo de una dieta sana, variada y sabrosa. Restaurante La Langosta ofrece una selección exquisita de esta cocina.
Entrantes típicos excelentes, sabrosas y reconfortantes sopas y cremas, pescados (merluza, salmón, pez espada, rape…), todo tipo de mariscos, pescaitos estilo “Carihuela”, paellas y arroces sabrosísimos, completas ensaladas , jugosas carnes de primera calidad, pastas…
Es imposible salir de La Langosta sin querer regresar. Si por suerte tienen mesas libres en la soleada terraza, no querrás marcharte nunca. Un lugar de lujo para disfrutar de la gastronomía y el clima del sur.